Actualmente, existe una creciente preocupación por la alimentación. Desde hace un tiempo, le hemos quitado importancia y hemos mantenido una alimentación desequilibrada y mal regulada, tanto por la cantidad como por la calidad.

La obesidad en España ha crecido y ya un 54% de la población tiene sobrepeso. Llevar una vida activa, hacer ejercicio y mantener una buena alimentación son aspectos fundamentales para que nuestro organismo no se resienta y tengamos una salud de hierro.

La alimentación ecológica es la solución a estos problemas, ya que su producción es totalmente natural, dando como resultado unos productos completos y orgánicos, es decir, con todo lo que deben tener y nada de lo que no deberían tener. Los alimentos ecológicos conservan todas sus propiedades y eso los hace perfectos para nuestro organismo y nuestra salud.

Por un lado, los alimentos producidos ecológicamente tienen una concentración de nutrientes mucho más elevada que los alimentos de la agricultura industrial. Los ecológicos conservan todas sus propiedades ya que no se han usado en su producción fertilizantes químicos, que aunque le dan un mejor aspecto, eliminan parte de sus nutrientes. De esta forma, los alimentos ecológicos regulan nuestro organismo de forma natural y conservan todo su sabor y olor originales.

Por otro lado, los alimentos ecológicos tienen una mayor riqueza de enzimas, antioxidantes y sustancias activas. Esto se produce porque maduran en la tierra, y no en un frigorífico, de forma que cuando se recoge está en el punto óptimo de maduración y listo para su consumo. Esta riqueza hace que los productos ecológicos se conserven más y mejor, pero también ayuda a prevenir a nuestro cuerpo de diversos tumores y enfermedades degenerativas.

Por último, benefician a nuestro organismo porque no contienen ni fertilizantes químicos, ni pesticidas, ni plaguicidas, ni hormonas que se utilizan para engordar a los animales. Estos productos químicos perjudican gravemente a nuestra salud pudiendo provocarnos intolerancias, alergias, resistencia a antibióticos, aumento de la posibilidad de tumores…

Sin duda, hay que replantearse nuestra alimentación ya que somos lo que comemos y mantener una alimentación sana y variada es fundamental para mejorar nuestra salud y en consecuencia nuestra calidad de vida.